Perseguidos, marginados, encarcelados y reprimidos, los protestantes de España supieron vivir su fe en un Dios misericordioso y fiel en medio de la adversidad y de un país al que amaban pero que no les correspondía. La historia del sufrimiento y la persecución de los protestantes durante los años del franquismo muchas veces han quedado relegadas a un segundo plano, a veces por sus propios protagonistas, satisfechos de la sociedad democrática que empezó a gestarse. Sin embargo, es el deber de un pueblo guardar memoria de su historia, y por esa razón Monroy nos cuenta en Un protestante...