Escritos
Si no se me quiere reconocer ningún logro positivo en esas dos mil páginas de guerra de “Die Fackel” –un fragmento de lo que me vedaron los obstáculos técnicos y estatales–, en todo caso se me tendrá que acreditar que rechacé sin esfuerzo día a día las asquerosas proposiciones del poder al espíritu: sostener mentira por verdad, injusticia por derecho, y rabia por razón. ¡Pues no hubo valor como el mío, ver al enemigo en posiciones propias! Y a quien no conoció el miedo ante el poder en acción, a él y sólo a él corresponde no tener compasión ninguna ante el poder...