Icónicas
Las imágenes, desde las pinturas rupestres hasta la pantalla de Internet, nunca han perdido su aura mágica. ¿Por qué se destruyen las estatuas de los gobernantes tiranos? ¿Por qué llevamos fotos de nuestros seres queridos en el móvil? ¿Por qué el creyente besa los iconos y las estampas religiosas? La razón está en que seguimos creyendo que las imágenes influyen en nuestras vidas. De ahí que el valor de las imágenes se pueda medir por su aureola imaginaria. Ese carisma de la imagen la hace intermediaria entre la realidad y nuestra percepción. De ahí que las personas de...