Misión en Roma
José Moñino y Redondo fue nombrado embajador ante la Santa Sede en marzo de 1772 y sólo dejó Roma para tomar posesión como máximo responsable de la política española en noviembre de 1776. En esos cuatro años, el político murciano logró un gran prestigio por haber alcanzado el éxito de su principal misión en Roma: la extinción de la Compañía de Jesús, y que el nuevo Papa, Pío VI, elegido en 1775, no se apartara de la política de su antecesor, Clemente XIV, muy contraria a los jesuitas. Para conseguir lo que Moñino calificó como "la carga más pesada y más llena de...