Diario de Moscú
La representación de enredos amorosos trágicos, ya sea en el cine o en el teatro, sería considerada propaganda contrarevolucionaria. Solo queda la posibilidad de la comedia social satírica, cuyo objeto de burla sería fundamentalmente la nueva burguesía. La cuestión es si el cine, una de las armas más avanzadas de dominación imperialista de las masa, puede ser expropiado partiendo de esta base. En Rusia, es de máxima importancia adoptar una posición política extremadamente matizada. En Alemania, basta con un trasfondo político vago y genérico, aunque también sería necesario...