La muchacha de los ojos de oro
"—Querido —dijo ella—, sácame de aquí esta misma noche. Méteme en algún sitio en donde no puedan decir al verme: "Esta es Paquita"; en donde nadie conteste: "Hay aquí una muchacha de ojos dorados y pelo largo". En ese sitio te daré cuantos placeres desees recibir de mí. Luego, cuando ya no me ames, no diré nada y no deberás sentir remordimiento alguno si me abandonas, pues un día pasado a tu lado, un día nada más, durante el que te habré estado mirando, me habrá hecho las veces de una vida entera. Pero si me quedo aquí, estoy perdida." Publicada en 1835, "La muchacha con...