Ella: o cómo aprendí a confiar en la muerte (Ella #3)

Terror, ciencia ficción e historias extrañas. Eso es lo que encontrarás en los diez relatos publicados en las páginas de este libro, en una antología escrita por distintos autores hispanoamericanos.

Cuando la tragedia llama a tu puerta, jamás imaginas que todavía puede quedar lugar para la felicidad. En la idílica población de Breckenridge, Colorado, conocida por su majestuoso paisaje y por sus pistas de esquí, Sarah St. John ha visto hacerse realidad el peor temor de una madre: sobrevivir a un hijo. Han pasado tres meses desde que Cully perdió la vida en una avalancha, y Sarah no consigue levantar cabeza a pesar de los esfuerzos de su padre y su mejor amiga Suzanne. Se siente más perdida que nunca. Solo existe su duelo. Nada más. Le parece imposible llegar a recuperarse de algo...

Adentrarse en la geografía de estos relatos es experimentar una variedad de los registros que sacuden al mundo, al suspenso de las desapariciones insólitas: a uno no sólo se le pierde la cabeza, sino también la mano en un descuido. Nos acercamos al encuentro de la intelectualidad universitaria y el sexo primitivo. Sentimos el vacío claustrofóbico del miedo durante un secuestro para luego quedar envueltos en la violencia y el enigma. El cuerpo y el crimen avanzan entrelazados en la geografía poética de estas historias que nos llevan a dar un paseo por el Apocalipsis y el reconocimiento ...

Es una reunión de ensayos sobre diferentes temas literarios. Su objetivo no son las conclusiones definitivas sino el comentario expresivo, y su territorio es el de la lectura libre, sin compromisos, pero al mismo tiempo reflexiva y crítica. Es una reunión de ensayos sobre diferentes temas literarios. Su objetivo no son las conclusiones definitivas sino el comentario expresivo, y su territorio es el de la lectura libre, sin compromisos, pero al mismo tiempo reflexiva y crítica.

Un flic new-yorkais est plus habitué à affronter des malfrats qu’à veiller sur une héritière prétentieuse du Connecticut. Mais James, en bon policier qui se respecte - et qui suit les ordres -, n’a pas le choix : il lui faut accepter cette mission. Après tout, la maison est somptueuse, le cadre fort agréable, et il a en prime besoin de temps pour terminer l’écriture de son livre. Or, à peine est-il arrivé qu’il bute sur un problème de taille: Jessica est bien trop jolie, et pas snob le moins du monde... Comment garder la tête froide alors que la seule vue de cette fille...