La epopeya de "El Chato"

Promediando la década del 80 una serie de asesinatos sacude a la ciudad de Rosario y divide las opiniones entre los investigadores: ¿son homicidios individuales o se enfrentan a un sádico asesino en serie? La prensa está al pie del cañón y Gofre, un reconocido periodista de policiales, va a involucrarse en la investigación como si su carrera —y su vida— dependiera de ello. Bajo una incesante lluvia trabajará junto a su amigo, el detective Saldívar, para lograr esclarecer los horrores de la vorágine criminal que los envuelve. Un caso con una atmósfera particular, donde cada...

La primera palabra que la pequeña Maddy pronunció fue "papá". Pero, ¿dónde estaba su padre? Jill siempre había creído que, en el fondo, Aiden quería a su hija. Sin embargo, ¿cómo había sido capaz de no asistir a la celebración de su primer cumpleaños? Fue necesario un accidente de avión y padecer amnesia para que Aiden cambiara de actitud. A partir de entonces, Maddy tuvo un padre perfecto y Jill un esposo cariñoso. Pero... ¿se verían privadas de su afecto una vez que Aiden recuperase la memoria?

¿La querría a ella de verdad? De familia pobre, Christopher Richardson había jurado ser algún día rico y poderoso y formar parte del Club de Ganaderos de Texas, pero al ver a Macy Reynolds, su amor de adolescencia, supo que ella era el verdadero motivo por el que había trabajado tanto para hacer su fortuna. Chris se había marchado de la ciudad años antes del accidente que a Macy le había cambiado la vida y el rostro, y el interés que mostraba el millonario por ella le resultó halagador, pero ¿estaba interesado realmente en ella o era solo una más en su lista de mujeres?

No hay espina más amada que la libertad, pensé, mientras me encaminaba a los brazos de una amiga. Mi soledad se reía a carcajadas con un amigo tocayo que me ayudaba en aquellos tiempos de prisión y de delicia. Hablo del mundo pero el mundo no existe, es una gigantesca payasada. Del mundo llueven sólo lirios peñarolenses. Dicen que hay planetas, que hay galaxias y constelaciones; yo prefiero los lirios peñarolenses. Admitiendo que algunas veces son un poco salvajes. Admitiendo la gran enredadera de mi mente. Enhebrándose en la cerradura de la puerta de la entrada de la sagrada Elena de ...