Los Cuentos Negros de Ofelia III

This is the story of Bosley Bear and his travels to Washington, D.C. After working hard at Mt. Rushmore, Bosley decides to take a much needed vacation. With the help of his presidential friends on Mt. Rushmore, he decides to travel to Washington, D.C., where he discovers the monuments that help him to understand what America is all about. 20pp.

Enormes cráteres como los que abren los impactos de meteoritos, sin árboles ni planta alguna hasta donde alcanzaba la vista... El terreno era tan seco que en él no parecía haber caído nunca una gota de agua y en la atmósfera, bajo un cielo plagado de estrellas brillantes, no soplaba ni una brizna de aire... Jules, Marie, Huan y Caroline tenían ante sus ojos un paisaje que solo podían describir de una manera: un paisaje lunar. No podían saber cómo habían llegado hasta allí, porque habían estado inconscientes y no recordaban nada, pero tuvieron la certeza de estar metidos en una...

Una princesa con los padres separados, una gran familia de duendes, un elfo adoptado por una pareja de orcos, un pequeño monstruo y su madre trabajadora... ¿Por qué este libro? Para acortar la distancia entre el mundo de los cuentos y la sociedad en que vivimos. Dar a cada niño/a un cuento en el que pueda reconocerse a sí mismo y a su familia. Ayudar a todos los niños a combatir los estereotipos y a crecer con una idea de familia más inclusiva. Para animar a la gente a iniciar una conversación sobre todo tipo de familias. Ilustraciones de Leandra La Rosa.

Esta es la historia de por qué el Sol (Lorenzo) La Luna (Catalina) disfrutan de su amor (imposible aunque verdadero) a través de los años y los años. En su historia tenemos la intervención de un gato. La autora, María Neila, se inspiró en la canción popular de origen asturiano «El Romance de Lorenzo y Catalina» para escribir un cuento en verso, con un ritmo musical. La Luna, Catalina, no puede dejar su trabajo, pero está enamorada del Sol, Lorenzo y solo un gato puede ayudarles. Además, este nocturno libro ideal para la hora del sueño… ¡tiene una cubierta que se ve en la...