Los penitentes

Tercero de la serie. Georgia Brubaker no podía creerlo; le habían encargado acompañar a su vecino de la infancia a una fiesta local. De acuerdo, Carter era ahora un adulto, pero para Georgia siempre sería el empollón de la clase. Pero cuando se encontró en peligro, quien acudió en su ayuda no fue otro que Carter, eso sí, transformado en un agente secreto brillante... e increíblemente sexy. De pronto, el bicho raro de su vecino se había convertido en su caballero andante... y en el dueño de su corazón.

Clemence Ravenhurst, sola y en peligro, tuvo que huir de su adorada Jamaica y fue a caer en las garras de uno de los piratas más despiadados del Caribe. Nathan Stanier, navegante y oficial de la Armada encubierto, protegió a Clemence durante la peligrosa travesía. La pasión fue repentina, pero el honor y su corazón cauteloso forzaron el que Nathan resistiera la tentación. Aunque ella parecía decidida a que su aventura fuera todo lo asombrosa y apasionada posible.

Todas la personas tienen un lado oscuro que suele aparecer cuando llegan al borde de sí mismas. Estas historias rápidas no son aptas para cualquier estómago ni para lectores vagos: están llenas de oscuridad y algunas retan al lector a entender lo que acaba de suceder delante de sus propias narices. Y es que a veces es necesario explorar la oscuridad para saber cómo salir de ella. SINOPSIS * Lynn por fin tiene la oportunidad de ascender en su empresa bajo una condición escalofriante. * En medio de un almuerzo familiar de Navidad, alguien decide arrojarse al vacío desde un cuarto. *...

El original de este libro, CUENTOS CHINOS, apareció una mañana en el buzón de la editorial. Venía en sobre cerrado y a modo de rótulo se podía leer: “¡Que se joda Monterroso!”. Es este un libro de cuentos brevísimos, irregulares, caóticos, sobre relaciones de pareja, en los que “Ni falta ni sobra palabra alguna, la narración está medida al milímetro” (L. E. Aute). De la autora, Alejandra Díaz-Ortiz, hemos investigado que perdió la inocencia con Arturo Ripstein, que Luis Eduardo Aute la confundía con Anjelica Huston, que Joaquín Sabina le regaló una canción, que Jaime ...