Marruecos 8. Comprender y Guía práctica

Kingston es el latir de Jamaica, con una energía desbordante que constrasta con la languidez de los centros vacacionales y el resto de los pueblos de la isla. También es una base ideal para explorar el sureste del país y sus playas. Las majestuosas Blue Mountains, cubiertas de bosque, permiten escapar a la naturaleza y recorrer antiguos caminos cimarrones o probar café gourmet directamente del cafetal. • Ahondar en la vida del héroe contemporáneo más venerado en Jamaica en el Bob Marley Museum. • Apreciar la visión de los artistas jamaicanos en la National Gallery of Jamaica, de...

Este libro contiene las Catedrales de Sigüenza, Ávila, Tarragona, Sevilla y Córdoba, con bellas fotografías realizadas por prestigiosos profesionales y textos selectos, altamente documentados por grandes autores.

Este viaje comienza en agosto de 1991, en el valle de Ordesa, y finaliza veinticinco años después, en una pequeña aldea de Teruel. Abarca un recorrido físico y un recorrido emocional, un paisaje de bosques, páramos y barrancos, un compendio humano y un repaso literario. Hay reflexión, humor, ternura, melancolía, gozo y el sufrimiento bajo el sol que conocen bien los ciclistas. De fondo suenan los Ramones y el Dúo Dinámico, Bunbury, Amaral y Labordeta. Una vista panorámica que empieza con una pincelada naif y se convierte luego en un cuadro expresionista.

La vida es una playa, al menos en la soleada Santa Catarina, con 560 km de espectacular costa. Si al viajero le gustan las playas desiertas, hay un tramo de arena así en el sur de la Ilha de Santa Catarina; y para fiesta, basta con ir más hacia el norte en la misma isla. Por su parte, los surfistas tienen Guarda do Embaú y la Praia da Rosa, dos impresionantes enclaves surferos al sur de Florianópolis. Playas aparte, es en el interior donde se percibe mejor la profunda huella del pasado alemán del estado, sobre todo durante la Oktoberfest, la enorme fiesta de Blumenau, con bailes...

Sin duda es más fácil broncearse junto al Mediterráneo, pero en lo referente a cultura, cocina, cerveza, compras y espectaculares vistas de la tierra y el mar, sin mencionar esa vieja amabilidad, la región natal de los ch’tis (los habitantes del extremo norte de Francia) y los picardos compite con lo mejor que Francia puede ofrecer. En Lille y el Flandes francés, el carácter llano flamenco se mezcla con la sofisticación y el savoir faire franceses. En Picardía y el Somme, los cementerios y monumentos conmemorativos de la I Guerra Mundial suelen dejar a los visitantes mudos con su...