Dashiell Hammett, nacido el 27 de mayo de 1894 en el seno de una familia de inmigrantes en Saint Mary's County, Maryland, es conocido como uno de los más influyentes escritores de novelas de crimen y detective del siglo XX. Su estilo innovador y su enfoque en las tramas realistas y los personajes complejos revolucionaron el género de la literatura policial.
Hammett creció en Filadelfia y, en 1913, se unió a la Agencia de Detectives Pinkerton, donde adquirió una profunda comprensión de la investigación criminal que más tarde influiría en su escritura. Durante su tiempo como detective, se familiarizó con el ambiente criminal, lo que le permitió crear historias que capturaban la esencia del crimen y la corrupción.
En 1923, Hammett publicó su primera novela, «El halcón maltés», que se convirtió en un clásico instantáneo y fue adaptada al cine en varias ocasiones. La novela presenta al detective privado Sam Spade, un personaje emblemático que se convirtió en un modelo para muchos detectives ficticios posteriores. Con su estilo directo y sus diálogos ingeniosos, Hammett transformó las convenciones del género, alejándose de las historias de detectives más románticas y añadiendo un toque de realismo y dureza.
Su siguiente obra, «La llave de cristal» (1929), consolidó aún más su reputación como maestro de la ficción criminal. En esta novela, Hammett siguió explorando la moralidad ambigua y la complejidad psicológica de sus personajes, temas recurrentes en su obra. También introdujo al detective Nick Charles, quien aparece junto a su esposa Nora en una trama llena de intriga y cómic. Juntos, formaron un dúo que más tarde inspiraría numerosas adaptaciones cinematográficas.
La obra de Hammett no se limitó a las novelas. También escribió numerosos relatos cortos que fueron publicados en revistas de la época. Sus historias, que a menudo giraban en torno a la traición y el engaño, capturaron la atención del público y ayudaron a establecer el género del cuento policiaco moderno. Obras como «Los cuentos de la calle de la muerte» (1923) presentaron un enfoque crudo sobre la vida en el bajo mundo, destacando las luchas y el sufrimiento de los personajes marginados.
A medida que avanzaba su carrera, Hammett se involucró más en actividades políticas. Durante la década de 1930, fue un firme defensor del comunismo y participó en diversas actividades políticas. Sus creencias lo llevaron a tener problemas con el Comité de Actividades Antiamericanas, lo que afectó su carrera y lo llevó a un período de inactividad literaria. Su última novela, «La obra maestra» (1931), refleja parte de sus experiencias y sentimientos sobre la corrupción y la desilusión, temas que lo obsesionaron a lo largo de su vida.
Hammett pasó sus últimos años en la oscuridad, luchando contra problemas de salud y encontrando dificultades para publicar su trabajo. Falleció el 10 de enero de 1961 en Nueva York, dejando un legado perdurable en la literatura de crimen. Su estilo y sus contribuciones al género han influido en innumerables autores y cineastas, como Raymond Chandler y el afamado director Alfred Hitchcock.
En retrospectiva, Dashiell Hammett es recordado no solo como un pionero del género de la novela negra, sino también como un escritor que capturó la complejidad del ser humano y su relación con la moralidad. Su capacidad para combinar lo real con lo ficticio sigue siendo un referente en la literatura contemporánea, y su legado permanece vivo en la cultura popular a través de adaptaciones cinematográficas y homenajes a su obra.