El esplendor de la Villa de la Seda (Serie La Villa de la Seda 2)

En Las formas del aire, su cuarto libro de cuentos, Gabriela A. Arciniegas, generación Cero-cero de narrativa latinoamericana, consagrada como pionera del género terror escrito por mujeres en Colombia, y se lee en colegios y universidades colombianas, norteamericanas y europeas, decide jugar con los mismos géneros que le apasionan de una forma más madura e introspectiva, al combinarlos con algunos de los postulados de la física cuántica, para crear un universo de microrrelatos y cuentos cortos que juegan en la cuerda floja entre el ensayo, la narrativa y la poesía, entre la realidad y...

Al fin usted lector que ya forma parte de esta familia y ha hecho el recorrido desde los Estados Unidos de Norteamérica a Cuba, siendo testigo de las peripecias de los protagonistas Andrés y Sophie, podrá en esta cuarta y última parte de la saga “Errar por amor” bien titulada Encuentro, y usted sabrá por qué, llegar al final, donde como le prometimos en El Hijo de la noche, no han faltado todos los ingredientes de una buena historia de amor, encuentros y desencuentros. Podrá saber finalmente qué pasó con esa pareja que sigue desde que se conocieron cuando eran niños. Pero antes...

"El recurso del método, una obra compleja, escrita en lenguaje suntuoso, montada sobre un monólogo, en su momento tuvo una acogida muy entusiasta por parte del público y la crítica, como lo demuestran sus numerosas ediciones, que ya pasan de treinta sin contar las de idiomas extranjeros. La mayoría de los críticos reconoció que era un logro apreciable, una novela histórica y política entre cuyas virtudes estaban la paródica autenticidad del mundo narrado, la actualidad de su propuesta y su nivel de experimentación formal."--Lectorum.com.mx.

En Dicen que ves las estrellas Marina Macome describe el gesto de lo cotidiano como si lograra ver capas que los demás no vemos. Su escritura, fresca y afilada, no necesita ser solemne para mostrar desgarro y te deja, cuando llegás a la última página, en ese trance que produce la buena literatura. Consuelo Filgueira asiste a su propio derrumbe cuando lo peor que le puede pasar a una madre sucede. El dolor infinito, ese que hace ver las estrellas en el sentido más descarnado, la inunda. El mundo sigue su curso, pero ella queda suspendida en la nada y, por más abrupta que sea la caída,...