Equipo Kimono 1. Sardinas peleonas al ataque

Únete al Equipo Kimono, ¡tenemos un cinturón negro en risas aseguradas! Una judoka tan bajita como valiente, un karateka genial, un graciosillo que practica el taekwondo, una esgrimista muy lista y un luchador de capoeira muy guapo visitan Japón, ¿es el principio de un chiste? ¡No! ¡Es la nueva aventura de las Sardinas Peleonas! Habrá misterios que resolver, peligrosas competiciones, un país increíble por descubrir, y sobre todo... ¡las aventuras más divertidas!

Lucy Maud Montgomery nació en una pequeña isla de Canadá y se crió con sus abuelos. Su infancia fue solitaria y encontró consuelo en los libros, la escritura y su imaginación. Trabajó como profesora y periodista. Su primera novela titulada Ana de las Tejas Verdes fue rechazada por todos los editores pero cuando por fin se publicó fue un gran éxito. Maud había creado uno de los personajes infantiles más encantadores de la historia y se convirtió en la autora de literatura infantil más querida de Canadá y de gran parte del mundo. El vigésimo cuarto título de una colección de...

After helping her grandfather plant squash, onions, carrots, cabbage, and other vegetables that her mother uses in soups and salsas, seven-year-old Marisol plants sunflower seeds in her neighbors' yards, and weeks later, everyone gets to enjoy the fruitsof Marisol's labor.

Una historia llena de ternura, sobre la relación de dos hermanas y la importancia del lenguaje. ¿Puede una palabra mágica cambiar el curso de las cosas? Dos hermanas con un vínculo muy especial comparten un plan para que la familia no emigre a otro país. La mayor habla y la menor escucha, porque todavía no sabe hablar, ¡pero entiende todo! Aunque la misión es difícil, confían en que juntas podrán hacer frente al desafío. Una historia que nos muestra la importancia y la fuerza que tienen la imaginación y el lenguaje. Caraclasa obtuvo el Segundo Premio en el Concurso Anual de...

Corazón en llamas es una declaración de principios, es el libro de un corredor que ya no corre para huir, sino que corre por placer, que ya no tiene necesidad de callar sino de contar.