La princesa de Macao

Esta antolog a de Enrique Fierro (Uruguay, 1942) incluye los poemarios Ristra, la clave, el tono, Travest a, Homenajes y la savia duda, as como algunos poemas de Fuera de lugar y de Calca, aparecidos en M xico y en Montevideo. Su poes a se desplaza en el laberinto del lenguaje Para desbordarlo y descubrir que siempre es el mismo y, tambi n, otro.

En esta singularísima obra, el autor nos pasea por toda suerte de suicidios imaginarios, entre los que se encuentran: viajar y perder países, inventar personajes que evitan que nos arrojemos al vacío, perseguir vidas ajenas, morir de amor, coleccionar tempestades, interiorizar a los muertos, perderse, resignarse a la grisura de la vida, practicar la saudade, convertirse en fantasma. Un inquietante itinerario moral a través del tema de la muerte por mano propia, sin sucumbir al suicidio pero sin escapar de él.

Para un empresario de cuarenta y cuatro años un viaje de negocios resultó ser la peor experiencia de su vida, y todo se complica por el hecho que desde su llegada, los dos primeros días nadie hablaba el idioma inglés. Decide luchar por la verdad y por su dignidad a toda costa, y crea un fuerte vínculo con un joven abogado en ese país que cree en él y decide apoyarlo con toda su alma. Esta historia internacional, cuenta un tema social y un delito que los Estados Unidos viene combatiendo en los últimos años, y una de las operaciones más grandes de la historia de la INTERPOL. Esta...

Soy una mamá narra la historia de Estefanía, una mujer felizmente casada y madre de tres hijos. Vive en un pueblo de Madrid y trabaja por horas en una residencia de ancianos para que el día se le haga menos largo. La rutina de Estefanía es siempre la misma: levantarse, atender a sus hijos, llevarlos al cole, desayunar con sus amigas, ir al super, sacar a su perra y después ir al trabajo. Ella es feliz. Todo es perfecto. Tras veinte años de casada, excelente marido, niños maravillosos, chalecito pareado... Pero de pronto todo se trastoca cuando se entera de que ese marido al que tanto...