Alexander Berkman (21 de noviembre de 1870 - 6 de junio de 1936) fue un notable anarquista, escritor y activista político estadounidense, conocido por su parentesco con el movimiento anarquista y su lucha por los derechos de los trabajadores. Nacido en una familia judía en Vilnius, que entonces formaba parte del Imperio ruso, Berkman emigró a los Estados Unidos en 1881, donde se vio profundamente influenciado por las ideas anarquistas que circulaban en la comunidad inmigrante.
A lo largo de su vida, Berkman se dedicó a la promoción de la justicia social y a la denuncia de las injusticias del sistema capitalista. Su temprano compromiso con el anarquismo lo llevó a convertirse en un destacado miembro del círculo de militantes que incluía a Emma Goldman, con quien compartió tanto una profunda conexión personal como ideológica. Juntos, defendieron la libertad individual, la igualdad y la autogestión, convirtiéndose en figuras emblemáticas en el movimiento anarquista de EE.UU.
Uno de los momentos más significativos de su vida fue el atentado fallido contra el magnate industrial Henry Clay Frick en 1892, en el contexto de la huelga de Homestead, un conflicto laboral violento que se produjo en una fábrica de acero en Pensilvania. Berkman, que intentó asesinar a Frick en un esfuerzo por apoyar a los trabajadores en huelga, fue arrestado y condenado a 22 años de prisión. Este período en prisión tuvo un impacto profundo en su vida y su obra, y fue una experiencia que moldeó su visión del mundo y el papel del individuo dentro de la sociedad.
Durante su encarcelamiento, Berkman escribió Prison Memoirs of an Anarchist, una obra que describe las condiciones inhumanas de los penitenciarios y reflexiona sobre sus experiencias y su ideología. En este libro, Berkman explora la lucha interna de un anarquista dentro de un sistema opresor, y su vivencia se convierte en una crítica del sistema penal y sus efectos deshumanizantes.
Tras su liberación en 1906, Berkman continuó su labor como escritor y orador, utilizando sus habilidades para abogar por la revolución social y la emancipación de los obreros. Se convirtió en un autor prolífico, publicando numerosos ensayos y artículos sobre temas como la opresión, la guerra, la injusticia económica y la necesidad de una transformación radical de la sociedad. Entre sus obras más destacadas se encuentra The ABC of Anarchism, un texto fundamental que explica los principios del anarquismo de manera accesible para el público general.
A lo largo de su vida, Berkman enfrentó represión y censura debido a sus actividades políticas. Fue arrestado en múltiples ocasiones y se vio obligado a exiliarse en Europa después de la Primera Guerra Mundial, donde continuó su activismo. Berkman pasó años en Francia y Alemania, donde se relacionó con otros intelectuales y revolucionarios de la época, pero también se enfrentó a las dificultades de vivir como exiliado.
A pesar de los desafíos, Berkman mantuvo su compromiso con la causa anarquista, convirtiéndose en una voz crítica frente a las injusticias sociales y políticas de su tiempo. Su activismo no solo se limitó a la teoría, sino que también participó en diversas campañas en defensa de los derechos de los trabajadores, la abolición de la pena de muerte y la lucha contra la guerra.
En los últimos años de su vida, Berkman se trasladó de nuevo a los Estados Unidos, donde siguió escribiendo y hablando sobre la necesidad de un cambio social radical y el papel del anarquismo en la lucha por la libertad. Sus ideas y escritos continúan inspirando a generaciones de activistas y pensadores, y su legado perdura en el ámbito del pensamiento libertario.
Alexandre Berkman falleció el 6 de junio de 1936 en su hogar en Nueva York. Su vida y obra son recordadas no solo por sus contribuciones al anarquismo, sino también por su incansable búsqueda de justicia y la defensa de los derechos humanos. Su legado está profundamente entrelazado con la historia del movimiento obrero y el anarquismo en América, y su influencia sigue siendo relevante en las luchas sociales actuales.