Dios, bendice a mis amigos

Molly Moon tiene un ojo lesionado y no puede trabajar en el teatro, así que ella y su perrita Pétula se han tomado el día de vacaciones. Pero nada más salir del hotel, observa cómo un arrogante ricachón trata de engañar a un mendigo, Pepín Tontínez, así que decide utilizar sus poderes hipnóticos para que intercambien sus vidas durante un día. Ahora Pepín tendrá que hacerse pasar por modelo y ayudar a Molly rescatar a Pétula, que ha sido secuestrada por una banda de delincuentes. Para ello lo primero que tiene que hacer es reforzar su autoestima.

Arturo Adragón, un muchacho de catorce años, presenta una peculiaridad extraña: tiene una "A" marcada en su rostro, así como una serie de letras en el resto del cuerpo. En el instituto es objeto de las burlas de los demás estudiantes, por lo que se refugia en la Fundación, un lugar repleto de tesoros medievales que guardan el secreto del origen de su familia. ¿Qué terribles peligros esperan a nuestro amigo? Una emocionante aventura que nos atrapará desde las primeras páginas.

Esta historia es un canto a la felicitación. Las voces proceden de un coro muy especial, capaz de conseguir armonía donde algunos solo esperaban oír un barullo espantoso. Lo que uno solo no puede hacer, lo harán mejor dos, y mejor todavía tres, cien, mil... Ahí está el secreto que nos transmite Carmen Vázquez-Vigo para que vivamos cada día con ilusión aunque no sea nuestro cumpleaños.

Amy y Dan ya no pueden más: además de ser los primeros en encontrar las 39 pistas, deben intentar reconciliar a toda la familia Cahill. Pero hay un secreto que los Madrigal no les han contado y que podría costarles todo lo que han conseguido... Los Cahill son la familia más poderosa del mundo. El secreto de su poder se encuentra escondido por el mundo bajo la forma de 39 Pistas.