Edades Modernas, Relatos breves

El autor e ilustrador de este libro, el ingles Jonathan Farr, vuelve con otra historia cotidiana a la que se enfrentan miles de familias en todo el mundo. Que hacer para que los hijos pequenos coman sus alimentos? De un modo tierno, fantastico, Plip y Charly consiguen que un pequeno dinosaurio que ha salido sorpresivamente de un huevo gigante desayune junto con ellos. Claro! En la imaginacion y la paciencia esta el secreto para superar las adversidades.

Historias llenas de nobles valores, de fantasía y humor, que son el mejor antídoto para los cuentos macabros y oscuros que tanto abundan en los libros para jóvenes lectores. Tom pertenece a una de las últimas familias de aventureros, los Trueheart, y vive con su madre y sus seis hermanos mayores, pues el padre desapareció hace tiempo en una misión. Todos los hermanos son aventureros profesionales, menos Tom, que está a punto de cumplir doce años. Pero algo ocurre con sus hermanos pues mientras completan alguna de las emocionantes aventuras que les asigna el Ministerio de Relatos,...

El sol sale todos los das y se asoma por la ventana para saludarnos. Pero qu flojera levantarnos! Est tan calientita la cama! Entonces, de un rincn de nuestra imaginacin, aparece entre luces y brillos Mi Hada Maga, lista para ayudarnos a vivir con sonrisas este da que apenas comienza. Esperanza, felicidad, amor por la vida y entusiasmo es lo que transmite este poema encantador, bellamente ilustrado, que, por cierto, le habla no solamente a los pequeos sino a ese nio, o nia, que todos llevamos dentro. Porque en cada ser humano habita un Hada maga que nos dice: Vamos, despierta, te han regalado ...

El texto de Marina Colasanti con traducción de María Teresa Andruetto y las bellas ilustraciones de Nerina Canzi encantarán a los más chicos. Un libro para leer y releer; sobre todo en el momento de irse a dormir. Había una vez un lobo. Había una vez una niña que le tenía miedo al lobo. ¡Es que ese lobo se entrometía en sus sueños! ¡Qué miedo! ¿Y qué pasó? Alguien tenía que enfrentarlo. ¿Habrá sido la niña? ¿El cordero? Es que los sueños, sueños son, pero a veces...