El libro de los milagros

¿Tu mente se queda en blanco cuando tratas de conversar con ciertas personas? ¿No eres tan sociable como crees que podrías ser porque tienes miedo de quedarte sin cosas que decir? ¿Alguna vez has deseado tener la confianza y el carisma para poder conectarte al instante con casi todo el mundo? Entonces te recomiendo que sigas leyendo... "No importa el trabajo que tengas en la vida: tu éxito estará determinado en un 5% por tus credenciales, en un 15% por tu experiencia profesional, y en un 80% por tus habilidades de comunicación". - Stephen Wang Hablar con desconocidos puede ser un...

Un viaje interior, una tierra mágica que nos muestra diferentes maneras de afrontar la vida y las experiencias, un reflejo de emociones y sentimientos. Un recorrido que nos ayuda a darnos cuenta de que el miedo nos paraliza y nos impide crecer y sacar lo mejor de nosotros mismos. Una píldora maravillosa para trabajar la educación emocional. ¿Serás capaz de realizar este viaje y perder todos tus miedos? Una obra para todos los públicos a la que tú mismo debes dar significado. Léela, conócete y ayuda a crecer a los demás.

Con la humildad que distingue a todo hombre que conoce las enseñanzas del pasado, Su Santidad el Dalai Lama nos ofrece en estas páginas un comentario brillante de uno de los libros de meditación más venerados en Tíbet: se trata de Las etapas de la meditación, un manual escrito por el maestro Kamalashila durante su estancia en el país de las nieves a principios del siglo IX. Tras insistir en la práctica de la compasión hacia todos los seres creados, el maestro nos llevará por el camino que cultiva la calma mental, don indispensable para aprender a orientarse en las tormentas de la...

Antes de ser padres ya nos ocupamos del hijo que viene de camino: barajamos nombres, decoramos el cuarto, compramos ropa de bebé... Pensamos en todo lo que va a necesitar para que no le falte de nada. ¿Y su educación? Confiamos en que se comerá lo que con tanto cariño le hemos preparado, que dormirá plácidamente, que se calmará cuando lo tomemos en brazos, etc. Entonces sobreviene la decepción: a pesar de que le pedimos con amabilidad que se asee, que se vista solo, que recoja los juguetes o que se acueste porque es tarde, el niño erre que erre no atiende a nuestros ruegos, no sigue ...