Enséñame tus caminos 3. El tiempo pascual, día tras día

¿Eres una mujer apasionada o una mujer apasionante?Seamos honestas. Ser mujer no es cosa fácil. Las mujeres somos tan diferentes y únicas como los colores de un crepúsculo. Fuimos creadas con delicados matices e impetuosos contrastes, y no se nos puede agrupar a todas bajo una misma etiqueta. Sin embargo, compartimos ciertas características que nos unen. ¿Anhelas sentirte amada, aceptada y respetada? ¿Sueñas con romance, pasión, ternura, y una familia feliz? ¿Necesitas conexión, cariño, amistad y compañía? ¿Tienes anhelos, ilusiones, retos y metas por alcanzar? ¿Has dejado que ...

Se ha escrito mucho sobre lo que suele llamarse "el Padre Nuestro" (que yo prefiero llamar "la Oración de la Familia") y mucho sobre la oración sumo sacerdotal de Cristo en Juan 17, pero muy poco sobre las oraciones de los apóstoles. Personalmente no conozco ningún libro dedicado a las oraciones apostólicas, y salvo un opúsculo sobre las dos oraciones de Efesios 1 y 3 apenas se han expuesto por separado. No es fácil explicar esta omisión. Uno pensaría que las oraciones apostólicas están tan llenas de doctrina importante y de valor práctico para los creyentes que deberían haber...

La colección Con Él ofrece este mes al lector 30 meditaciones con el Evangelio para cada día del mes, desde el martes de la 32ª semana del tiempo ordinario a San Andrés, miércoles de la 1ª semana de Adviento, (1 de noviembre al 30 de noviembre), acompañadas del Evangelio del día y un santoral del mes y un devocionario con las oraciones recomendadas por la Iglesia. En la Sagrada Escritura, Dios se manifiesta como un Padre amoroso y atento. Al finalizar el Año de la Misericordia en este mes de noviembre, te servirán estas meditaciones diarias con el texto evangélico para que...

Las diversas iniciativas que han surgido en muchos lugares respecto a la Confederación Apostólica Universal, la CAU, son un claro signo de esperanza para el futuro de nuestra Familia de Schoenstatt y la iglesia. El presente texto entrega una visión general del tercer fin de Schoenstatt, señalando caminos que posibilitan la coordinación de nuestras propias fuerzas apostólicas y mostrando a la vez la necesidad de ser factores de unión y animación apostólica en el ámbito eclesial y temporal.