¡Hola buenos hábitos, adiós virus!

Escritos con frescura y belleza, los textos que componen esta obra giran en torno a la construcción y defensa del espacio poético, que permite la creación artística, pero sobre todo posibilita convertir la cultura en experiencia y no en un enorme cementerio de saberes.

Las flores silvestres se sienten menos valoradas que las flores cultivadas porque nadie se preocupa en conocerlas, de manera que deciden iniciar una rebelión para que esto no siga ocurriendo. Lideradas por el diente de león, expondrán a lo largo de la historia sus motivos y algunas de las curiosidades que las hacen igual de valiosas que las otras flores.

Cuatro muchachos siguen varias pistas equivocadas antes de descubrir quién robó la tarta de la vecina.

Año tras año, Belly espera con impaciencia la llegada de las vacaciones para reencontrarse con Conrad y Jeremiah en la casa de la playa. Pero este verano no podrá ir. No después de que la madre de los chicos volviera a enfermar y de que Conrad cambiara. Todo lo que el verano signifi caba se ha esfumado y Belly está deseando que acabe. Hasta que recibe una llamada inesperada que la convence de que aún podría volver a ser como antes. Y eso sólo puede ocurrir en un lugar... Segunda parte de El verano en que me enamoré.