Ignasi Solà-Morales Rubio (1942-2018) fue un destacado arquitecto, teórico y académico español, reconocido por su influencia en el ámbito de la arquitectura contemporánea, especialmente en Cataluña. Su trabajo abarcó no solo la práctica arquitectónica, sino también la enseñanza y el pensamiento crítico sobre el espacio urbano.
Nacido en Barcelona, Solà-Morales se graduó en arquitectura en 1965 en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Desde muy joven, mostró un interés profundo por la teoría de la arquitectura y la relación entre la ciudad y el entorno. A lo largo de su carrera, abogó por un enfoque humanista y contextual en la arquitectura, creyendo firmemente en la importancia de comprender el lugar y la cultura antes de diseñar un espacio.
Uno de los aspectos más destacados de su carrera fue su papel como profesor. Solà-Morales se unió al equipo docente de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), donde impartió clases y se convirtió en un referente para varias generaciones de estudiantes de arquitectura. Su enfoque pedagógico no solo se centraba en la técnica arquitectónica, sino en el desarrollo de una sensibilidad hacia el entorno urbano y social.
En 1992, Solà-Morales fue uno de los fundadores del Grupo de Investigación en Arquitectura y Urbanismo (GIAU), que buscaba fomentar un diálogo interdisciplinario sobre las problemáticas urbanas. Esta iniciativa resultó clave para abrir espacios de reflexión sobre el futuro de las ciudades, especialmente en un contexto de rápida urbanización y globalización.
La obra de Solà-Morales se caracteriza por una profunda atención al contexto y a la materialidad. Entre sus proyectos más emblemáticos se encuentra el Parque de la Ciudadela en Barcelona, donde su intervención buscó revitalizar el espacio verde en el corazón de la ciudad, integrando elementos históricos con una nueva visión contemporánea. También fue responsable de la revisión del espacio público en varios proyectos en Cataluña, donde promovió un enfoque sostenible y accesible para todos los ciudadanos.
Su pensamiento crítico se refleja en numerosos ensayos y artículos que escribió a lo largo de su vida, muchos de los cuales fueron publicados en revistas académicas y libros. En su obra, exploró temas como la identidad urbana, la memoria colectiva y la interacción entre el individuo y el espacio. Su libro más conocido, "El espacio público: un lugar privilegiado para la arquitectura", se convirtió en una referencia obligada para arquitectos y urbanistas.
El legado de Ignasi Solà-Morales no solo se encuentra en sus proyectos arquitectónicos, sino también en su papel como mentor y educador. Muchos de sus estudiantes han continuado su legado, trabajando en diversas áreas de la arquitectura y el urbanismo, y llevando adelante sus enseñanzas sobre la importancia del contexto y la comunidad.
Falleció en 2018, dejando un vacío en el mundo de la arquitectura, pero su influencia sigue viva en las obras de aquellos a quienes inspiró. Su visión de una arquitectura comprometida con la realidad social y cultural demuestra que el trabajo de un arquitecto va más allá de la construcción material; se trata también de construir un futuro más humano y habitable.