La ovejita que vino a cenar / The Little Lamb that Came to Dinner

Steve Smallman es un autor e ilustrador británico conocido por su trabajo en literatura infantil. Originario de Inglaterra, ha dedicado su carrera a crear historias que no solo entretienen a los niños, sino que también fomentan la lectura y la imaginación. Desde su infancia, Smallman mostró un gran interés por el arte y la narración, lo que lo llevó a explorar una carrera en la escritura e ilustración.

Después de estudiar arte, Smallman se embarcó en su carrera profesional, inicialmente involucrándose en proyectos de ilustración. Su talento pronto llamó la atención, y comenzó a colaborar con diversas editoriales. A lo largo de los años, ha creado una variedad de libros que han sido bien recibidos tanto por críticos como por el público.

• Estilo y Temáticas: Smallman es conocido por su estilo vibrante y caricaturesco, lo que lo convierte en un favorito entre los niños. Sus historias suelen incluir lecciones de vida, valores familiares y la importancia de la amistad.
• Colaboraciones: A lo largo de su carrera, ha trabajado con varios autores, pero su colaboración más notable ha sido con Nigel Baines, con quien ha ilustrado una serie de libros que han sido aclamados por su humor y creatividad.
• Impacto en la Literatura Infantil: Los libros de Smallman han sido elogiados por su capacidad para conectar con los jóvenes lectores, utilizando un lenguaje accesible y tramas cautivadoras que inspiran la curiosidad.

A lo largo de su trayectoria, Smallman ha escrito e ilustrado numerosos títulos, y ha recibido varios premios y reconocimientos por su contribución a la literatura infantil. Su pasión por contar historias y su habilidad para captar la atención de los niños lo han consolidado como una figura destacada en este campo.

Además de sus actividades como autor e ilustrador, Steve Smallman también participa en talleres y eventos literarios, donde comparte su experiencia con jóvenes lectores y aspirantes a escritores. Su compromiso con la educación y la promoción de la lectura entre los niños es una parte fundamental de su trabajo.

En resumen, Steve Smallman es un autor e ilustrador talentoso que ha dejado una marca significativa en el mundo de la literatura infantil. Sus historias e ilustraciones continúan inspirando a nuevas generaciones de lectores, fomentando un amor por la lectura que perdura a lo largo de la vida.

Descubre a Pequeño Ted, a Silbato el tren, a Trombón el elefante y a muchos otros amigos en esta encantadora colección de cuentos donde los juguetes son los protagonistas.

¿Hay algo más rollo que leer El Quijote? Sí: hacerlo para un examen del cole. Pero cuando Leo lo empieza, su libro cae en la jaula de los chimpancés del zoo y se mete en un lío gigantesco: ha reactivado el cerebro superinteligente del mono más peligroso del mundo sin querer. Así se desata una emocionante persecución con un chimpancé obsesionado con la lectura, la doña perfecta Topgirl, el graciosete Rubén y la hipertecnológica Yumiko. Todos tienen que leer y encontrar pistas en El Quijote a contrarreloj para salvar a Octavio antes de que los Hombres Cebra se lo lleven al...

¿La sensibilidad se lleva bien con los luchadores? Desde su debut, el Conde de Terciopelo se ha empeñado en demostrar que no hay luchador más rudo que él. El ring no es un lugar para débiles, el chiste es apabullar a todos para llegar al estrellato. Pero, la verdad, el Conde es de naturaleza sensible, y su carrera podría irse a pique por eso. Lo que pasa es que desde chiquito le enseñaron a aguantarse como los machos y cosas por el estilo. Últimamente le afecta lo que la gente piense de él, su enemigo acérrimo le hace burla y, para colmo de males, la niña que entrena a su rival ha...

This volume journeys inside Emily's psyche through vivid and ghostly depictions of her favorite nocturnal imaginings, some scary, some spooky, some significant, and some just plain old strange, including her worst nightmare--the color pink.

¿Ahora quién me aúpa?, pregunta Ema cuando está cansada de caminar. Entonces el papá Venancio la lleva de caballito. Y si se queda dormida en el sillón, también él la lleva en brazos hasta la cama. Un día todo se puso raro. Venancio no llegó silbando como siempre, ni le dio a Ema un beso en la nariz ni le revolvió el pelo con la mano.