Corre corre, calabaza

Eva Mejuto es una escritora y narradora española, conocida por su contribución a la literatura infantil y juvenil. Nacida en la ciudad de A Coruña en el año 1972, Mejuto ha desarrollado una carrera literaria notable que ha captado la atención de lectores jóvenes y adultos por igual.

Desde muy joven, Eva mostró interés por la literatura, lo que la llevó a estudiar Filología Hispánica en la Universidad de Santiago de Compostela. Su formación académica no solo le proporcionó una sólida base en la lengua y la literatura, sino que también le permitió apreciar la riqueza del patrimonio literario gallego y español.

La carrera literaria de Mejuto comenzó en la década de 1990, cuando sus primeros cuentos fueron publicados en diversas revistas. Sin embargo, fue a partir del año 2000 que comenzó a ganar reconocimiento como autora de libros para niños y adolescentes. Su enfoque se centra en temas como la amistad, la aventura y la fantasía, siempre con un toque de realismo que invita a los jóvenes lectores a reflexionar sobre su entorno y las relaciones interpersonales.

Entre sus obras más destacadas se encuentran:

• “El cielo de los leones” – Un relato que invita a los lectores a explorar un mundo lleno de magia y sensaciones.
• “La casa de los espejos” – Una narración intrigante que juega con la percepción y la realidad.
• “El último tren” – Un viaje emocional que destaca la importancia de valorar el tiempo y las decisiones.

Mejuto ha recibido numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, lo que refleja su impacto en la literatura juvenil. Su trabajo no solo ha sido aclamado por su estilo narrativo, sino también por su capacidad para abordar temas complejos con una sensibilidad adecuada para su público objetivo. A través de sus historias, Eva Mejuto ha logrado conectar con generaciones de jóvenes lectores, convirtiéndose en una figura influyente dentro del ámbito literario.

Además de su labor como escritora, Mejuto también ha participado en talleres y actividades de fomento de la lectura, donde comparte su pasión por los libros con los más jóvenes. Su compromiso con la educación literaria la ha llevado a colaborar con diferentes instituciones y organizaciones dedicadas a promover la lectura en la infancia.

Eva Mejuto continúa creando y escribiendo, siempre en busca de nuevas historias que contar. Su legado literario perdura y su influencia sigue viva en la literatura infantil y juvenil, donde sus obras siguen inspirando a jóvenes lectores a explorar su imaginación y a desarrollar una apreciación por la lectura.

Harold no es como los demás zorros. Para empezar, no le gusta la idea de comer gallinas y cuando crezca quiere ser detective. Cuando su padre lo reta a atrapar una gallina, Harold se enfrenta a un dilema y a un misterio por resolver. El último título de la galardonada ilustradora Claudia Boldt, Sagazorro, presenta un personaje inteligente e independiente en Harold el zorro y seguramente se convertirá en un favorito para la hora de ir a dormir.

Julia has two grandmothers. She sees her two grandmothers together for the first time on the birthday of her younger brother.

A la consulta de El gran doctor llegan muchos animales con curiosas dolencias. El topo que ve muy poco, pero lo sufiente como para saber que la Tierra está en peligro. El lobo al que le gustan los espaguetis y por ello es rechazado por sus congéneres. El ciempiés que no puede desayunar porque le falta una pata a la mesa. La perrita enferma por falta de compañía; o el pajarillo aterido de frío que se ha quedado solo porque no sabe volar. Y aunque El gran doctor receta buenos remedios, el mejor es el que él recibe de sus pacientes.

El primer recuerdo que tengo de mi abuelo es de un momento que compartimos juntos. Estoy sentado sobre sus rodillas, mirando hacia la bahía. El abuelo está fumando una pipa, mientras señala al horizonte. —Mira, Walt. Nuestros barcos está allá afuera. Y, algún día, un barco aún más hermoso que los nuestros aparecerá por el horizonte. Un barco poderoso que nos llevará bien lejos de aquí. —¿Por qué no navegamos nosotros mismos? —quiero saber. —Porque ella nos prometió que volvería —responde el abuelo—. Y confiamos en esa promesa. Sólo los Impíos creen que pueden...