George Orwell, cuyo nombre real era Eric Arthur Blair, nació el 25 de junio de 1903 en Motihari, India, en el seno de una familia británica. Su padre, Richard Walmesley Blair, trabajaba como funcionario en la administración colonial, mientras que su madre, Ida Mabel Blair, se encargaba del hogar y posteriormente de la educación de sus tres hijos. La familia regresó a Inglaterra cuando Orwell tenía un año, y se establecieron en el condado de Sussex.
Desde joven, Orwell mostró un notable interés por la literatura y la escritura. Asistió a la St. Cyprian's School, donde comenzó a escribir sus primeros trabajos, y más tarde, recibió una beca para estudiar en el Wellington College y luego en University College, Oxford. Aunque no completó su formación universitaria, su amor por la literatura lo llevó a comenzar una carrera como escritor.
A principios de la década de 1920, Orwell se unió a la policía imperial en Birmania, una experiencia que lo desilusionó y que influiría en su perspectiva política y social. Tras regresar a Inglaterra, comenzó a escribir sobre sus experiencias coloniales y sobre las injusticias que observó en su tiempo. Su primer libro, Down and Out in Paris and London, publicado en 1933, es una crónica de su vida en la pobreza en ambas ciudades.
Orwell se convirtió en un crítico feroz del totalitarismo y de las condiciones de vida de la clase trabajadora. Su obra The Road to Wigan Pier, publicada en 1937, es un relato de su viaje en el norte de Inglaterra, donde documentó la vida de los mineros y la difícil situación de los trabajadores de la época. Este libro refleja su compromiso con el socialismo democrático y su deseo de mejorar las condiciones sociales de los desfavorecidos.
En 1936, Orwell se trasladó a España para participar en la Guerra Civil Española en el bando republicano. Su experiencia allí le llevó a escribir Homage to Catalonia, donde narra sus vivencias y critica la traición de la revolución por parte de los stalinistas. Esta obra marcó un giro en su pensamiento político, consolidando su rechazo a los regímenes totalitarios tanto de derecha como de izquierda.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Orwell trabajó en la BBC y, tras la guerra, se centró en la escritura de novelas que reflejaban sus preocupaciones sobre la política, la opresión y la naturaleza humana. Sus dos obras más célebres, Animal Farm (1945) y 1984 (1949), son críticas contundentes del totalitarismo y de la manipulación del lenguaje como herramienta de control social. Animal Farm presenta una alegoría de la Revolución Rusa y los males del poder, mientras que 1984 retrata un futuro distópico donde el estado vigila y controla todos los aspectos de la vida de las personas. Ambas obras han perdurado en el tiempo, convirtiéndose en clásicos de la literatura mundial.
La prosa de Orwell es conocida por su claridad y su capacidad para abordar temas complejos de manera accesible. Defendió la escritura objetiva y directa, argumentando que el lenguaje se había convertido en un instrumento de manipulación. Además, su ensayo Politics and the English Language es fundamental en el estudio de la relación entre el lenguaje, la política y la verdad.
A pesar de su éxito, Orwell también enfrentó numerosas dificultades personales, incluida la salud frágil. Sufrió de tuberculosis, que finalmente lo llevó a la muerte el 21 de enero de 1950 en Londres. Su legado, sin embargo, vive a través de sus obras y de su influencia en la literatura, la política y el pensamiento crítico.
La relevancia de George Orwell sigue siendo profunda en la actualidad. Su crítica al autoritarismo, su análisis del lenguaje y su preocupación por la justicia social continúan resonando en un mundo donde los desafíos a la libertad y la verdad persisten. A medida que la humanidad avanza, las advertencias de Orwell sobre el poder y la vigilancia se vuelven cada vez más pertinentes, asegurando que su voz permanezca viva entre las generaciones venideras.