Teoría de la compensación social

Carta de Jamaica es un texto escrito por el político y militar Simón Bolívar el 6 de septiembre de 1815 en Kingston, capital de la colonia británica de Jamaica, en respuesta a una misiva de Henry Cullen, un comerciante jamaiquino de origen británico residente en Falmouth, cerca de Montego Bay. Bolívar expuso las razones que provocaron la caída de la Segunda República en el contexto de la independencia de Venezuela. La carta, cuyo título era “Contestación de un Americano Meridional a un caballero de esta Isla”, pretendía atraer a Gran Bretaña y al resto de potencias europeas...

Dado es un joven escalador de carácter esquivo y solitario. Es el mejor en la escalada libre. Con el dinero que obtiene en competiciones y exhibiciones siempre vuelve a la naturaleza para escalar ?sus montañas?. En una de ellas encuentra un extraño componente que hará cambiar para siempre su vida y la de sus dos amigos. Una novela de amistad, superación personal, acción y amor. Una aventura trepidante y sorprendente que no te dejará detener su lectura.

Toda la obra conservada de Lactancio corresponde a la segunda fase de su vida, tras su conversión al cristianismo, en la que aspira a sustituir la sabiduría pagana por la nueva fe, partiendo de supuestos racionales. Su gran originalidad reside en conservar el legado romano junto a la afirmación de la nueva fe. Lucio Cecilio (o Celio) Firmiano Lactancio (245-325 d.C.), que ha sido llamado "el Cicerón cristiano", compuso las Institutiones divinae (denominadas a su vez por san Jerónimo "un río de elocuencia ciceroniana") para mostrar que la doctrina cristiana era un sistema lógico que se...

Me enamoré de lo sutil de tus silencios, de aquella forma de abrigarme los inviernos, de lo bien que le sentabas a mis sueños, del cursillo acelerado de querernos. Amores imposibles y otras guerras es el primer poemario de Sheila Hernández. La autora se abre en canal a través de sus páginas para mostrarnos el lado más humano de las emociones, el que tropieza, se rompe y comienza de nuevo. Solo quien nunca haya perdido la cabeza por amor, podrá salir indemne de entre sus versos.