Memorias de un adicto al sexo

Este no es un libro corriente. Aquí no hay complaciencias ni medias tintas, todas las cosas se llaman por su nombre. Las escenas aquí descritas sucedieron el lugares reconocibles por los veneolanos, salvo la que nos hacen volar a París, por ejemplo. Estas memorias auténticas cuentan con detalle lo que puede ocurrir cuando un hombre y una mujer que se desean coinciden en una inocente posada en el mar o la montaña, en un vehículo a un costado de la carretera, en un bosque o en la playa, en un restaurante cerrado, una oficina, un callejón. Cosas que no deberían hacerce en público aunque ...